domingo, 11 de agosto de 2013
El tránsito en Lima
sábado, 3 de agosto de 2013
El centro de Lima
terça-feira, 30 de julho de 2013
Lo sobrenatural en el Perú
domingo, 28 de julho de 2013
Tv Peruana - Parte 2
Lunahuaná y el Río Cañete
sábado, 13 de julho de 2013
Tv Peruana
terça-feira, 2 de julho de 2013
Descubriendo la sierra de Lima
Nunca había acampado, nunca había instalado una carpa, nunca había preparado caipirinhas a la intemperie, debajo de luces de linterna. ¡Vaya fin de semana!
sábado, 15 de junho de 2013
Los nosequién brasileros o los mamonas assassinas peruanos
Seu corpão violão (tu cuerpazo tiene forma de guitarra)
Meu docinho de coco (mi dulcecito de coco, mi mazamorrita morada en traducción libre)
Tá me deixando louco (me estás volviendo loco)
http://m.youtube.com/watch?v=rmMj8UC5Mig
Con todos los errores léxicos y gramaticales posibles, reflejando el modo de hablar del día-a-día, no de una clase social, sino el de las calles, el informal, con el que todos nos identificamos. Por eso pegó, creo yo, en un momento de inconformismo político, poco después del impeachment de Color de Mello, un grupo de música que dice "foda-se" (que manda todo al infierno).
Los NSQNSC, (sei lá quem, sei lá quantos) también nacieron en los años 90, durante los primeros años del gobierno de Fujimori, que parecían mostrar cierta prosperidad y esperanza. Una de las canciones más recordadas, las torres, hacía referencia a una música de infancia: "un elefante se balanceaba ...".
quarta-feira, 12 de junho de 2013
Segundo país
Este paisaje podría ser peruano, pero es brasilero (Florianópolis):
Este paisaje podría ser brasilero pero es peruano (Lima - Miraflores):
Cuando nos sentimos orgullosos de nuestro Perú, y decimos que el Perú es único, no mentimos, el Perú es único, así como los Estados Unidos son únicos, España es única y Brasil es único. Así como las personas, cada país tiene sus defectos y sus virtudes, pero lo queremos porque nacimos en él, porque nos criamos en él o porque vivimos en él.
Yo me siento orgulloso de ser peruano, y me siento orgulloso de haber vivido en Brasil. Son países incomparables entre ellos, pues cada uno tiene sus defectos y virtudes. Pero así como uno extraña al Perú cuando está fuera, uno extraña el país donde vivió muchos años y en el que aprendió mucho y vivió experiencias irrepetibles.
Antes de ir a Brasil no jugaba tenis, ahora es uno de mis hobbies favoritos. Antes de vivir en Brasil era un chico con poco conocimiento y experiencia, ahora soy un profesional con experiencia. Antes de ir a Brasil no me gustaba ver fútbol ahora me gusta. Mi tiempo en Brasil me cambió mucho, para bien, creo. Mi tiempo en Lima también ya me cambió, no tenía coraje para escribir, ahora lo tengo.
Así como cuando vivía en Brasil me mantenía informado de lo que pasaba en Perú, leyendo noticias, publicaciones en las redes sociales, oyendo música, radios nacionales y viendo los partidos de la selección por internet con una calidad deprimente, hoy sigo lo que pasa en Brasil. Leo portales de noticias, escucho música, radio y sigo los partidos del tricolor paulista (São Paulo FC). Acompaño lo que mis amigos comentan, lo que mis ex-alumnos dicen y hacen, me alegro con sus éxitos y me río con sus bromas cuando hay un tiempo para ver el facebook. No imagino como sería esto antes de Internet. Ahora podemos reducir kilómetros de distancia con un simple clic
Volver al Perú, me hizo notar que volver no fue un borrón y cuenta nueva. Volver no es sinónimo de fracaso como en algún momento pude pensar. No volví sólo por las dificultades que pasé antes de decidir venir, no volví por tristeza o por resentimiento. Simplemente pasó, no de la forma que hubiese querido, pero creo que pasó en un momento propicio. Me alegro y me esforzaré para que funcione, para pasarla bien como lo hice por muchos años en Brasil. Y sino me va bien, tengo un segundo país para llamar de mío.
Volver no significó dejar atrás todo, como no dejé todo para atrás cuando salí de Perú. He vivido mucho tiempo en otro país, y me gustó, y me siento orgulloso, fue mi segundo país, y es un país único, como el Perú, pero a su manera: "à brasileira". Fui un extranjero en Brasil, pero mis amigos de allí me quieren, hay muchos que son mi familia y me extrañan. Yo también los extraño, como extrañaba a mi familia y amigos cuando estaba allá.
Sé que hay personas cuyas experiencias fueron y son muy duras en su segundo país, y que si volvieran hoy no extrañarán nada, los comprendo. Espero que puedan volver rápido o que las condiciones les sean más favorables a punto de que no quieran volver. Porque lo importante es ser feliz, sea en el país en que naciste, te criaste o en el que te acogió como un nuevo hijo. Aunque a este país tuviste que mostrarle que viniste a hacerte un espacio, dentro de sus leyes y normas, respetando a tus nuevos co-terráneos, su cultura y sus tradiciones. Está muy bien, el país tiene que proteger a su gente, evitar que se aprovechen de ella los malintencionados.
Me gustó mucho escribir este post, es un homenaje a los lugares que me hicieron lo que soy.
sábado, 8 de junho de 2013
Extended Post: Pollo a la brasa vs Frango assado
El frango assado se prepara en un horno eléctrico, no conozco sus secretos, pero entiendo que no es muy misterioso. Pido disculpas si hay alguna historia en este tipo de hornos, pero no la conozco y una búsqueda en Google sobre "forno frango assado" no tiene el mismo impacto que una sobre "horno pollo a la brasa".
Suenan parecido pero significan diferente - Parte 1
sábado, 1 de junho de 2013
El valor del dinero
Primer detalle importante, es diferente ser asalariado en Brasil y venir a Perú de vacaciones, situación en la cual nos parece que el costo de vida en Lima es muy bajo. Además de que uno viene normalmente a aprovechar cada minuto de su estancia en Perú, paseando, comiendo comida peruana y en general, de vacaciones, es decir todo el día libre para pasear, visitar, dar regalitos, etc.
Además, es diferente porque los salarios aquí en promedio son menores, mi idea es comparar que calidad de vida uno puede tener en Lima con el salario que se gana aquí comparado con la calidad de vida que uno puede tener en São Paulo con el salario de allá. Complejo, pero haré algunos intentos.
Primero lanzo mi hipótesis, si uno gana en Lima el mismo numeral que gana en São Paulo, puede tener una calidad de vida semejante. Es decir, si gano 3 mil soles en Lima vivo igual a si ganase 3 mil reales en São Paulo.
El denominado índice BigMac (http://www.economist.com/content/big-mac-index) es un ejemplo de lo que quiero hacer. Según este índice, en Enero de 2013, el BigMac valía en Lima 10 soles (US$3.9) y en Brasil 11.25 reales (US$ 5.64). Valor bastante más alto en Brasil en dólares (casi 50% más), mientras sólo 12.5% si hacemos el ejercicio (matemáticamente bizarro) de igualar las dos monedas. Punto a favor de mi hipótesis.
En términos de transporte, Lima es mucho más barata sin duda. El pasaje del Metropolitano, por ejemplo, que es el medio de transporte de excelencia en Lima cuesta 2 soles. El tren eléctrico cuesta S/.1.50 según lo que he leído (debo confesar que hasta hoy no lo he usado). El usar una combi varia entre 50 centavos y 2 soles. Digamos que en promedio una persona pueda gastar 6 soles en su trayecto para ir y volver de su centro de estudios o labores. El metro en São Paulo cuesta 3 Reales (si es que no subió desde que me fui) y el ómnibus también. Por la integración entre metro y ómnibus municipal se paga en total 5 reales, integrando hasta 3 ómnibus y un metro, lo que cubre una distancia envidiable. En promedio digamos que se gastan 8 soles para ir y volver. El tiempo y la comodidad no intentaré ecuacionarlos, para muestra dos botones (nada alentadores):
El kilo de pan en un supermercado en São Paulo normalmente bordea los 8 reales, en Lima, cerca de los 6 soles. La pizza, oh si, la pizza más paulista que italiana es más barata en São Paulo. Aquí en Lima no he encontrado pizzas grandes con precios menores a 35 soles, ya en São Paulo en los distritos más populares se encuentran pizzas familiares por 25 reales. Me quedo con la duda porque haciendo una búsqueda rápida en Google, los precios de pizza en SP parecen ser más altos de los que recuerdo.
El boom inmobiliario que se vive en ambos países hace que los precios de la vivienda varíen bastante, pero aún veo que aquí en Lima comprar un departamento en un barrio ni muy caro ni muy barato resulta en precios un poco menores. Un ejemplo, consulté un departamento en San Miguel, de 75m2 por 220 mil soles. Un departamento cerca al Metro Penha (que ya es una gran cosa estar cerca al Metro) en São Paulo de 55m2 cuesta 200 mil reales. Como medida informativa adicional, la tasa de interés en Lima está cerca al 11% por año, mientras que en São Paulo cerca al 10% (Instituciones Públicas, Mi Vivienda y Caixa Económica Federal).
En lo que se refiere a diversión, una ida a un cine en un buen centro comercial en Lima cuesta 16 soles, sin ser 3D. En São Paulo, 18 reales. Los suplementos alimenticios que acompañan una buena película (dígase popcorn+gaseosa/chicha) seguramente siguen la misma proporción.
Los vehículos son más baratos aquí. Sin punto de comparación , un carro hecho en Brasil te cuesta menos en Lima que en São Paulo. Irónico?, mucho, pero es un hecho. Un VW Gol 1.6 4 puertas cuesta en Lima a partir de 14 mil dólares, en São Paulo 34 mil reales. Saquen sus cuentas.
El salario los beneficios, y como el gobierno ataca vorazmente lo que uno gana es un tema más complejo que lo que a mi me cabe. Pero entiendo que uno ve realmente un 75% de su sueldo informado en ambos países. En Perú se gana 2 sueldos adicionales por año (navidad y fiestas patrias) y en Brasil sólo 1. En Brasil es común tener vale de alimentos y de transportes, en Lima creo que no es tan común. En Brasil las leyes protegen mucho al trabajador, en Perú el trabajador sufre (sufre Peruano sufre).
Hacerse un nombre ante el sistema financiero en Lima no es inmediato, principalmente si te fuiste antes de tener un historial positivo que te respalde. Eso te desanima, porque uno se acostumbra a ciertos mecanismos como la tarjeta de crédito que facilitan la organización de los gastos (por lo menos para mí).
Este levantamiento de información fue bastante informal. Con pocos chequeos, pero me parece bastante realista. Espero que les ayude a mis amigos lectores a reflexionar sobre el costo de vida y la calidad de vida. Obviamente uno ahorra cuando está en otro país, pero el costo a veces es muy alto, por reducir nuestra calidad de vida, divertirnos menos, disfrutar menos, no porque la ecuación ingresos-egresos sea más positiva que en Perú. Normalmente esto ocurre los primeros años, pero uno no aguanta sacrificar tantas cosas por mucho tiempo.
sexta-feira, 31 de maio de 2013
De extranjero a repatriado
Yo no tengo las características físicas asociadas a los peruanos en Brasil, que es el de la piel un poco más oscura, cabello liso y vasto (ok, ríanse). No que eso me enorgullezca, es un simple hecho constatado y confirmado estos diez últimos años. Esa falta de característica física hacía que pasase la primera barrera visual sin ser "identificado". Como al comienzo no hablaba muy bien, la segunda barrera, la de pronunciar algunas palabras, me delataba. En el caso específico de Brasil, las palabras que tienen una 'v' chica o un "ão" o el casi imposible "avó" y "avô" (esto último merece un post especial) te delatan fácil.
El decir tu nombre, en mi caso mi segundo apellido, que contiene la doble 'L', normalmente también te delata, principalmente por ser poco comunes o por ser escritos de forma diferente ("Suárez" vs "Soares" o "Santiago" vs "Thiago"). Imagino que esto es más crítico aún en países de idioma inglés o del norte y este de Europa.
Una vez detectado, normalmente la gente te recibe bien, en la calle o como usuario de un determinado servicio. La gente es comprensiva e intenta utilizar pocas jergas y tenderte una mano para facilitarte la vida. Después de un tiempo sin embargo, el ser extranjero te cierra algunas puertas, principalmente en lo que se refiere al intercambio de experiencias, discusiones más profundas y contexto histórico que uno poco conoce. Me costó mucho poder establecer conversaciones en este sentido, por un lado por que no soy un maestro en conversación, soy muy malo para guiar conversaciones, y por otro por esta falta de contexto.
Aprendí a oír, a disfrutar y a aprender de este tipo de conversaciones, intentar establecer una correlación entre esas experiencias y las de uno mismo también ayuda. Lo peor es que uno de los episodios que relacionan a Brasil y Perú más recordados por los brasileros es el del mundial del 78 en que gracias a una misteriosa goleada de Argentina a Perú por 6-0 Brasil fue eliminado del mundial, episodio polémico. Un par de ejemplos adicionales de cosas que nos unen, en imagen (el Chavo del Ocho - o Chaves) y en vídeo (el Rey Roberto Carlos cantando en español):
Pertenecer a comunidades peruanas o latinas, es muy positivo, porque te ayuda a extrañar menos y a sentirte más en "casa". Pero cerrarse en esto, también te dificulta aprender y absorber la cultura del país donde estás. Si, los programas de TV que pasaron en los años 80 es cultura, la música que se escuchaba en los 90 también, los hechos políticos que impactaron los años 70 más aún. Hoy, gracias a mucha gente y a muchos "cafés de la tarde", tengo una cultura sobre Brasil que me permite establecer una conversación digna con un brasilero de mi edad sin sentirme tan perdido como hace algunos años.
Antes de volver, me preguntaba como sería mi vida en Lima después de tantos años afuera. Nuevamente estaría fuera del contexto, diez años en que estuve fuera, hay muchas cosas que pasaron y que si bien las leí en alguna noticia o por un post en el facebook, no las viví en el día, no hablé sobre ellas durante un par de semanas con mis colegas del trabajo o en la mesa del almuerzo con la familia. Las noticias a lo lejos nos impactan menos. Como me dijo una gran amiga un día de estos, es parte de nuestra naturaleza sentir empatía por aquel que está físicamente cerca a nosotros, no por el que está lejos.
Aparte del contexto, algunas palabras no salen fácilmente en español porque son parecidas a las palabras en portugués, o simplemente porque estoy tan acostumbrado que me salen de forma natural en portugués o un portugués adaptado. Por ejemplo la palabra "perceber" es mucho más usada que "notar" en Brasil, así que normalmente la uso, y por lo que me acuerdo aquí no la usamos tanto, "¿percibieron que este post está muy largo?". Se entiende, pero creo que es un tanto rara, y peor aún cuando se conjuga de forma equivocada (Nota: en mi primera versión de este post utilice la palabra "errada" que creo que tampoco la usamos mucho).
De esta forma, no sé en cuanto tiempo la gente aquí en Lima nota algo extraño en mi forma de hablar. No sé si piensen que soy extranjero, o si tengo un serio problema de dislexia. Hoy en el almuerzo un colega de trabajo me dijo que por algunos segundos pensó que era extranjero. No es tan crítico como era allá en Brasil, pero lo relaciono al hecho de ser "repatriado". Es decir, dejé de ser extranjero para ser repatriado. Espero que este sentimiento de repatriado, como ocurrió con el sentimiento del extranjero, vaya reduciéndose poco a poco, pero es un dilema que mis amigos lectores que decidan volver se enfrentarán e imagino que lo enfrentan cuando vienen de vacaciones.
Y una cosa tradicional cuando se es identificado como repatriado es la tradicional pregunta: "¿Porqué te regresaste?". Y noto con alegría de que no es difícil encontrar argumentos. Haber vuelto al Perú está siendo positivo para mí, y no porque Brasil esté mal, o porque no lo extrañe, sino porque Perú está bien.
Ah sí, una última anécdota. Ayer en la empresa nos visitó, dentro de un equipo de gente de varios países, un señor de Brasil, y mi compañero de trabajo, peruano, explicando una determinada situación, utilizó la palabra "chapar" en el sentido de agarrar, "chapar una tarjeta", y el pobre señor brasilero se quedó en las nubes. Yo prontamente se lo traduje: "pegar um cartão". Me sentí contento de haber estado ahí, hubiera sido mucho más fácil si la primera vez que pedimos un sandwich de pollo en Brasil alguien nos hubiese ayudado a traducir, hubiera evitado la simpática imitación de pollo que una amiga hizo para hacer su pedido (quienes saben de la historia sabrán a quien me refiero).
Que tengan un bonito fin de semana (bom final de semana).
sexta-feira, 24 de maio de 2013
Primer Mundo
domingo, 19 de maio de 2013
Pollo a la brasa
Pero hoy comí pollo a la brasa, con su ajícito, con papas fritas y con su Inca Kola. La mayoría de los peruanos crecimos comiendo pollo a la brasa, una vez al mes (o cada dos meses), en alguna ocasión especial o simplemente cuando había flojera de cocinar un sábado o un domingo. Para los que pidieron imágenes, sigue una de ejemplo (espero con bastante maldad que los que no están en Perú, principalmente el que pidió que ponga imágenes, se antojen bastante):
Podía ser el pollo a la brasa de la pollería de la esquina o el del Pio Pio (en Arequipa), con su aguadito de yapa, pero siempre tenía un sabor especial. Tal vez porque nos recordaban buenos momentos, y porque eran un motivo para compartir la mesa con nuestros seres queridos.
Hubo una época en que abrió en São Paulo un restaurante de una cadena de pollerías peruanas (no de las principales creo), y abrió en un barrio de alto nivel adquisitivo, con un modelo interesante. Lamentablemente no duró mucho tiempo, creo que un año a lo mucho. Yo llevé a algunos amigos para que conozcan, pero el lugar dejaba mucho que desear en lo que se refiere a la atención, un par de veces encontramos los manteles arrugados y los mozos demoraban mucho en atender, cosa que en São Paulo es un crimen por el alto nivel competitivo de los restaurantes. Parece que el dueño era casado con una peruana y el maestro pollero era de Amazonas. El sabor del pollo era impecable, así como los aderezos, nada de que quejarse en ese sentido.
Aquí, un vestigio de la existencia de este local: http://www.kekanto.com/biz/rokys
Fue una época dorada, y cuando nos enteramos que tenían delivery, pedíamos pollo a la brasa a la casa, donde vivíamos peruanos y brasileros y disfrutábamos de compartir la mesa, conversando y disfrutando hasta el último huesito después de 4 o 5 años de vivir fuera de Perú. Fue tanta nuestra fidelidad al establecimiento que el día en que faltó el entregador (motoboy) el propio dueño nos vino entregar el pedido, nos reímos mucho ese día, y decidimos pedir con menos frecuencia para evitar el roche. Seguramente subí de peso, y mi nivel de colesterol subió en algunos de esos meses, pero valió la pena. Hoy no puedo abusar, pero una vez a cada dos meses, creo que puedo darme ese privilegio.
Precisamente esta semana conversé con un amigo brasilero que vivió en esas épocas con nosotros y recordaba con alegría las reuniones con el pollo a la brasa y las conversaciones en la mesa compartiendo ese platillo. Un abrazo para él y para los que compartieron esos pollos en la Av. Paulista, espero que abran una sonrisa cuando lo recuerden como yo lo hago ahora.
El pollo a la brasa no tiene el nivel gastronómico de un cebiche, ni de un ají de gallina, pero es peruano, y es rico, y cuando uno está afuera, lo extraña, ¿o no?