sábado, 13 de julho de 2013

Tv Peruana

Ya hubo épocas en que veía más televisión. Hoy en día, veo poco, normalmente noticieros, programas de investigación y deportes, fútbol y tenis principalmente. Una que otra vez los "yo soy" o "el Perú tiene talento", pero muy poco. La tablet me robó la atención, el acceso a contenido multimedia es tan fácil que uno no necesita muchos clics para oír una radio online, ver vídeos en YouTube o leer blogs o ebooks.

Quise escribir porque después de mucho tiempo, desde que volví al Perú, hoy vi en la tele a una de las personas más sensacionales que la pantalla chica trajo a mi casa y corazón. Un tal Roberto, conocido como Chespirito. El señor Roberto Gómez Bolaños, este señor que nos divierte y enseña hace tantos años. Este señor que llega a los niños de los años 40, 60, 80, y a los niños de hoy. Que llega a los brasileros, mexicanos, peruanos, e imagino que de muchos otros países.

No hablo más de él, porque un post, que digo un post, un blog entero, no alcanzaría para hablar de sus anécdotas, enseñanzas, en cada uno de sus personajes y sus compañeros de escena. Para que te digo que no si si.

Pero quería hablar de la televisión peruana y contarles del modelo de televisión brasilera. Aquí en Perú, siempre tuvimos varios canales, algunos con mayor importancia en un momento, envueltos en escándalos en otros, con picos de audiencia, para arriba y para abajo. Pasé muchos años sin verla, así que discúlpenme amigos lectores por alguna cosa incoherente.

Panamericana, uno de los baluartes de la TV peruana, con sus simbólicos estudios en Alejandro Tirado, me hacen recordar a Ferrando, Nubeluz y a 24 horas. Ferrando, una mezcla de Silvio Santos con Raul Gil, para los amigos brasileros, es una leyenda, que lanzó al estrellato mucha gente, cómicos, músicos, etc, que reunía familias los sábados por la tarde, en un interminable programa. Tenía diversidad entre sus asistentes, pero hoy sería visto como políticamente incorrecto por la falta de respeto con su asistente Tribilín, de raza negra, o las burlas sobre la inteligencia de las asistentes femeninas. Nubeluz merece un post aparte, pero era el equivalente a Xuxa para los niños de la época, simplemente mágico. Y 24 horas, un noticiero nocturno, tardío, que aún persiste, pero no es unanimidad, y no sé si en algún momento lo fue. Producción nacional, poca, tuvo sus novelas peruanas (Natacha, Gorrión), algunas series(casado con mi hermano, fandango), y hoy, creo que poco, su programa de chismes, Enemigos Públicos, si a eso se le puede llamar producción nacional.

Hablaré de América Tv, y paro por ahí, pero seguiré en otro post con Tv Perú, Atv, Frecuencia Latina y algunos otros. América se caracterizó por retransmitirnos el contenido mexicano. Me quedo con Chespirito, pero pasaban todas las telenovelas mexicanas que se pueden imaginar. En Brasil, se llamaría SBT. No lo niego, vi algunas novelas, antes de irme a Brasil, pero tengo algo en mi defensa, lo hacía para pasar más tiempo con mi mamá, echarme en su cama, que lindas épocas. Gracias por eso América Tv.

América me recuerda a Cinescape, que sigue hasta hoy, y al padre del conductor Bruno Pinasco, Rulito Pinasco, del Triki Trak, el must-see de los domingos en los 80. Ahora creo que la gente lo asocia al Gran Show, o algo así, una especie de Dança dos Famosos do Faustão, un poco más apoteósico, sensacionalista. Hoy, para robarme el sábado por la noche tendría que ser 200 veces mejor, hace un par de meses podía haberlo visto, pena que no daba en esa época.

En Brasil, hay un monopolio, la Red Globo, se lleva la mayor tajada de la audiencia. Hasta hoy no entiendo porque, o como comenzó, pero tiene mucho dinero, y muchos, pero muchos artistas top a contrato exclusivo, muchos no trabajan todo el tiempo, pero allí están. Es impresionante. El fútbol, es de ellos, mandan totalmente en el campeonato brasilero, libertadores, mundial, no lo entiendo. Para quien no creció con eso es raro, pero al final aprendí a sobre llevarlo. Tampoco es algo que a uno le quite el sueño. Eso sí, programación casi integralmente nacional, cosa de la que los brasileros se enorgullecen, yo también lo haría.

Otro día continuo. El mundo me espera, luego les cuento.




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